Matidero (Iglesia de San Miguel)

                                                        

       El despoblado de Matidero en 2010

Una vez más ponemos el foco en uno de los núcleos deshabitados que tenemos en la provincia de Huesca, concretamente en Matidero, lugar donde se halla la iglesia de San Miguel. Estamos dentro de los límites de la comarca de Sobrarbe, en una zona donde sus tierras lindan con el histórico Serrablo, cerca del nacimiento del río Alcanadre. A Matidero llegaremos por medio de una pista asfaltada que tomaremos desde la carretera de La Guarguera, poco después de rebasar Laguarta si circulamos en dirección a Boltaña.

Matidero es un lugar deshabitado desde los años 60 del pasado siglo XX. Por aquel entonces mantenía 8 casas abiertas y censos que rebasaban los 90 habitantes (91 hab. en 1910). El pueblo se estructura en torno a una plaza central desde la cual nacen las diferentes calles que vertebran el caserío. Antes de centrarnos en la iglesia de San Miguel queremos citar la ermita de La Virgen de los Palacios, situada a las afueras, cerca del camino que conduce a Binueste. Quizá en otra ocasión le dediquemos un artículo, pues bien lo merece.

Entre ruinosas edificaciones destaca la iglesia de San Miguel, templo del siglo XVII cuyo futuro solo podemos ver de color negro, por mucho que nos duela. Posee nave única con dos capillas laterales y cabecera de testero plano. La torre, de un solo cuerpo, se levantó sobre el paramento sur.

En esta ocasión aprovechamos para armar este artículo dos viejas imágenes del año 1975 del profesor Adolfo Castán, publicadas en su libro: La Sierra de Guara -Tomo 1-, por las tierras del silencio (Ed. Pirineo), para compararlas con dos imágenes de 2016, o sea, con 41 años de diferencia. 


La iglesia desde el noreste (Adolfo Castán, 1975)

Misma toma en 2016


La diferencia fundamental, además de la maleza, que es algo más densa, es el hundimiento de la cubierta de la nave -muy llamativa-, y también de la capilla lateral del lado norte y la cabecera, casi oculta tras los árboles. La torre, al menos aparentemente, parece que no ha llevado muy mal el paso de más de 40 años.



Vista sur (Adolfo Castán, 1975)

Misma perspectiva en 2016


Al igual que ocurre en la fotografía comparativa anterior la diferencia principal es el hundimiento de la cubierta. Se aprecia perfectamente el derrumbe de la techumbre de la nave. También podemos observar que en el atrio ha crecido un árbol. En la imagen de 2016 también se aprecian algunos daños en las lajas de la cubierta de la torre campanario.