Una vez más ponemos el foco en uno de los núcleos deshabitados que tenemos en la provincia de Huesca, concretamente en Matidero, lugar donde se halla la iglesia de San Miguel. Estamos dentro de los límites de la comarca de Sobrarbe, en una zona donde sus tierras lindan con el histórico Serrablo, cerca del nacimiento del río Alcanadre. A Matidero llegaremos por medio de una pista asfaltada que tomaremos desde la carretera de La Guarguera, poco después de rebasar Laguarta si circulamos en dirección a Boltaña.
Matidero es un lugar deshabitado desde los años 60 del pasado siglo XX. Por aquel entonces mantenía 8 casas abiertas y censos que rebasaban los 90 habitantes (91 hab. en 1910). El pueblo se estructura en torno a una plaza central desde la cual nacen las diferentes calles que vertebran el caserío. Antes de centrarnos en la iglesia de San Miguel queremos citar la ermita de La Virgen de los Palacios, situada a las afueras, cerca del camino que conduce a Binueste. Quizá en otra ocasión le dediquemos un artículo, pues bien lo merece.
Entre ruinosas edificaciones destaca la iglesia de San Miguel, templo del siglo XVII cuyo futuro solo podemos ver de color negro, por mucho que nos duela. Posee nave única con dos capillas laterales y cabecera de testero plano. La torre, de un solo cuerpo, se levantó sobre el paramento sur.
En esta ocasión aprovechamos para armar este artículo dos viejas imágenes del año 1975 del profesor Adolfo Castán, publicadas en su libro: La Sierra de Guara -Tomo 1-, por las tierras del silencio (Ed. Pirineo), para compararlas con dos imágenes de 2016, o sea, con 41 años de diferencia.
La iglesia desde el noreste (Adolfo Castán, 1975)
La diferencia fundamental, además de la maleza, que es algo más densa, es el hundimiento de la cubierta de la nave -muy llamativa-, y también de la capilla lateral del lado norte y la cabecera, casi oculta tras los árboles. La torre, al menos aparentemente, parece que no ha llevado muy mal el paso de más de 40 años.